Se acaba de publicar en la revista Arte, Individuo y Sociedad una entrevista que hice al artista contemporáneo de performance Cesare Pietroiusti, famoso por su performance «Eating money», una crítica al mercado del arte en la que se come [literalmente] billetes procedentes de la subasta de su performance.
Podéis descargar la entrevista en este enlace
Tuve el privilegio de encontrarme con Cesare Pietroiusti en su estudio en Trastevere, Roma, un espacio lleno de recuerdos e inspiración que refleja su intensa y prolífica trayectoria creativa. Durante nuestra conversación, exploramos su enfoque conceptual y práctico hacia el arte, centrado en desafiar normas sociales y económicas a través de provocadoras performances que invitan a la reflexión crítica y el cuestionamiento de las convenciones establecidas. Durante la entrevista, abordamos una serie de temas claves:
- El concepto de uso y transformación en el arte: Pietroiusti enfatiza que el arte consiste en transformar objetos y significados. Le interesa utilizar técnicas como medios para narrativas más amplias y desdibujar la categoría de los objetos, elevándolos a obras de arte. Le interesa más la relación entre los objetos que los objetos mismos que, según él, no son más que una ilusión, no tiene existencia por sí solos.
- La vergüenza como motor artístico: Define la vergüenza como una emoción clave en su trabajo y aconseja a los jóvenes artistas explorarla, pues revela una conexión personal y auténtica con sus obras. La vergüenza siempre es algo que te concierne directamente en lo más profundo de ti. Es un concepto muy lacaniano.
- Arte relacional y contexto: Influenciado por la psicología relacional, ve el arte como un fenómeno que trasciende al individuo, enfocándose en las relaciones y el contexto que lo rodean. Su centro artísticoLac o Le Mon —situado en un gran cortijo en el campo en la región de Apulia en el sur de Italia— fomenta una pedagogía contextual y comunitaria totalmente innovadora [https://lacolemon.org]
- Crítica al intercambio monetario:A través de performances como Money Watching y Eating Money, Cesare Pietroiusti desafía las convenciones del mercado económico y artístico, explorando el dinero no solo como símbolo de valor, sino también como objeto físico. En una de sus acciones más impactantes, ingirió un billete de 500€, lo que le permitió reflexionar sobre la materialidad del dinero y su significado en un mundo cada vez más dominado por la abstracción económica. Esta experiencia subraya que el valor no reside en la fisicidad del objeto, sino en su dimensión simbólica, social y relacional, cuestionando así nuestras concepciones sobre el intercambio y el consumo.
- Ausencia y minimalismo:Cesare Pietroiusti explora cómo la ausencia puede generar dinamismo y potencialidad, basándose en conceptos de la teoría lacaniana. La ausencia, según él, actúa como una poderosa fuerza de atracción que alimenta el deseo, transformándose en un motor creativo. Esta línea de investigación lo lleva a profundizar en el minimalismo, entendiendo que reducir una acción o elemento a su mínima expresión puede amplificar su impacto. Es importante saber reducir al “casi nada” para comprender cuánto hay de fuerza en el “casi nada”. En este sentido, Pietroiusti utiliza la ausencia y la simplicidad como herramientas para convertir lo aparentemente insignificante en algo profundamente significativo.
- El cuerpo como vehículo de conocimiento: Influido por sus estudios en medicina y filosofía, Pietroiusti considera al cuerpo como esencial en la producción de conocimiento, integrando la experiencia física en su práctica artística. Solo podemos comprender realmente algo cuando lo experimentamos físicamente.
- Influencia de Nietzsche: Resalta el espíritu vital y el cuestionamiento moral en el pensamiento nietzscheano, que inspira su rechazo a cánones establecidos y su optimismo frente al sufrimiento. Zaratustra ha sido su compañero desde muy joven.
Para Cesare Pietroiusti, el arte es un proceso dinámico y relacional que desafía estructuras, fomenta la reflexión crítica y busca significados que trascienden las convenciones. Considera que el arte puede ofrecernos una comprensión más profunda del mundo que la ciencia, ya que permite explorar la realidad de manera intuitiva y personalizada, lejos de las limitaciones de esquemas predefinidos. Para él, cada individuo es único, y las generalizaciones, aunque útiles como método, no hacen más que simplificar una realidad intrínsecamente compleja.